El trabajo de crecimiento personal, suele ser un camino tan arduo como gratificante. Requiere que te emplees al máximo cada día para conseguir tu objetivo soñado: ser mejor padre, mejor hija, mejor profesional, saber gestionar mejor tus emociones (depresión, enfado, estrés o ansiedad), incrementar tus habilidades sociales o de liderazgo, saber decir que no, poder ser asertivo con tu pareja…
Cuando se trata de crecer como persona cualquier objetivo es válido. Las semillas de tu crecimiento personal, sólo tú las decides, ya que sólo tú sabes dónde quieres llegar, y eres tú quien elige la actitud con la que quieres caminar. En el desarrollo personal, muchas de las cosas que nosotros trabajamos serán para toda la vida, y por ello, no siempre resulta fácil volver a levantarse cuando las cosas no van en el sentido que esperábamos. No obstante, recordar nuestras motivaciones para hacerlo, y valorar los pequeños pasos, nos ayudará en este recorrido.
Nosotros seremos tus acompañantes en el proceso, te ayudaremos a tener presentes tus razones para cambiar, el valor del cambio, y trabajamos contigo la actitud que tomas ante los posibles obstáculos que puedas encontrar en el recorrido.
Con este fin, te puede ser útil tener presente la imagen del bambú, y conocer cómo se desarrolla: “El bambú pasa mucho tiempo creciendo bajo tierra hasta que está preparado para aguantar toda la estructura, es entonces cuando se desarrolla de forma vertiginosa”.
Además desde nuestra posición, contamos con “la ventaja de la perspectiva”, que nos permite servirte de brújula durante el proceso terapéutico. En la siguiente historia, que se corresponde con un extracto de una de las metáforas más famosas de la Terapia de Aceptación y Compromiso, puedes hacerte una idea de las ventajas de contar con apoyo profesional:
“Si nosotros dos fuéramos escaladores, cada uno en su propia montaña, separadas por un gran valle. Yo puedo ser capaz de ver una vía por la que subir su montaña, no porque la haya escalado antes, ni porque yo esté en la cima gritándole a usted por dónde tiene que subir, sino porque estoy situado en un punto desde el que puedo ver cosas que no pueden verse desde donde está usted. Mi ventaja aquí no consiste en que yo sea más grande, mejor o más fuerte que usted. Es simplemente la ventaja de la perspectiva”.
¿A qué esperas para decidirte a dar el primer paso? Será sólo eso, el primero, pero nunca más tendrás que volver a darlo.
Ponte en contacto con nosotros, y elige si comenzar tu crecimiento personal en sesiones individuales o grupales.